ENTREVISTA
Como vicepresidente primero de la SEPCyS y miembro del Comité organizador y científico de esta IX Reunión Anual, ¿qué es lo que más destacaría de este encuentro? ¿Qué novedades se han abordado?
En esta reunión, fui vicepresidente primero hasta la asamblea general de socios en la que tuve que asumir el cargo de presidente de la Sociedad, lo que no deja de sobrecogerme por la alta responsabilidad que implica, tanto como me espolea para intentar ayudar a mejorar lo que es ya de por sí muy bueno.
En cuanto a la pregunta, destacaría aspectos positivos y negativos de la reunión. En cuanto a los positivo, evidentemente, la alta calidad de todos los ponentes, y la relevancia de los temas tratados desde un punto de vista científico y profesional. Es difícil destacar algo, pero parece de sentido común mencionar, como se hace en la pregunta que se me formula, la intervención del profesor Kirsch y su ponencia sobre placebos y antidepresivos, así como su participación en una mesa redonda Controversias y Límites de los Tratamientos Psicofarmacológicos. Ya se había hecho eco de sus aportaciones la cadena CBS en su programa 69 minutos (http://www.youtube.com/watch?v=R3-qoKWiJX0&feature=youtu.be), posteriormente el propio Infocop, y hace unos días el prestigioso programa español Redes (http://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-poder-del-efecto-placebo/1590482/). Así mismo, fue de alta relevancia intervención del Dr. José Ramón Fernández Hermida, quien aportó perspectivas esenciales para entender cuáles deberían ser las líneas de trabajo de la SEPCyS junto a otras organizaciones relacionadas con la Psicología Clínica y de la Salud, para su desarrollo en el sistema público de salud español, en su interesantísima conferencia de clausura Psicología y Salud Mental Pública.
También creo que fue positivo el contar con aportaciones desde la Psiquiatría, entre otras, por el buen entendimiento que hubo entre las ideas del Dr. F. Javier Sanz Fuentenebro, como miembro de un movimiento en Psiquiatría muy prono al uso de la palabra y de la psicoterapia junto a un uso racional y científicamente basado de la farmacología. Que además se desarrollara la reunión de la SEPCyS en las instalaciones del Ilustre Colegio de Médicos de Valencia, le da un cariz particularmente interesante a las aportaciones de la Psicología en lo referido a la intervención en Salud.
Menos positivo fue, la no muy elevada asistencia de público, seguramente debido a la crisis económica, que determinó que el alumnado de las Universidades Valencianas, con la subida de tasas y que los créditos de libre elección ya sean historia en los grados, no pudiera afrontar los gastos, por otro lado reducidos, de inscripción, tal como nos han comentado los propios alumnos. Y otro tanto cabe decir de los socios, aunque en este caso también afectaron otros factores relacionados con dificultades informáticas, que dificultaron la comunicación con los miembros de la sociedad. Sin embargo, el número de posters presentado superó el de anteriores reuniones, lo que indica el alto interés que efectivamente había en la reunión.
Hubo diversas novedades de variada temática, como interesantes informes del uso del Modelo de Valencia de Hipnosis Despierta en ámbitos oncológicos, realizadas por la Dra. Mendoza en la Universidad de Washington, EE.UU., lo que implica, como hizo notar el moderador de la mesa redonda donde se presentó esta aportación (el entonces presidente, Dr. Roberto Secades), exportar Psicología española a un país desde el que solemos importar; la realización de una interesantísima mesa sobre aspectos éticos y deontológicos en la práctica clínica y la investigación, en la que se suscitaron muchas dudas y preguntas, o la propia inauguración de la Reunión por el Presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos (COP), Dr. Francisco Santolaya, quien ya sugirió la actividad que cree que la SEPCyS debería desarrollar en colaboración con otras sociedades y el propio COP.
Bajo su punto de vista ¿cuáles son las principales conclusiones de este evento?
Brevemente, podríamos decir que serían de dos tipos: respecto de la propia sociedad, la necesidad de ampliar el tipo de socios (por ejemplo alumnos de máster relacionados con la Psicología Clínica y de la Salud, o miembros de honor de alto prestigio internacional), o de ofertar al socio y socia algunas utilidades, como direcciones electrónicas con la terminación @sepcys.es, o un foro donde intercambiar inquietudes, ideas, incluso comentar casos clínicos, proporcionar referencias relacionadas con temas de actualidad en Psicología Clínica y de la Salud, etc., incrementar la presencia en las redes sociales, etc. En definitiva, mejorar el sentido de identidad y de pertenencia. Lo resumimos así en la asamblea general: que los socios se sientan aún más orgullosos de pertenecer a la SEPCyS de lo que ya lo están, y que la Sociedad proporcione un sentimiento de identidad sus miembros, basado en el conocimiento de lo que aporta la Sociedad, tanto a ellos mismos, como a la Psicología y a la sociedad española, europea y mundial en general. De ahí se derivará un incremento del ya considerable número de socios, y así frenar la previsible reducción de la entrada de miembros debido a la crisis económica que azota al país.
En cuanto a la aportación de la SEPCyS al desarrollo de la Psicología Clínica y de la Salud en ámbitos públicos, parece fundamental seguir profundizando en el trabajo conjunto de la Sociedad con otras Sociedades y Asociaciones de Psicología Clínica para establecer un foro en el que se aúnen y armonicen esfuerzos cara a los nuevos desafíos y necesidades que plantean las nuevas normativas que se derivarán, entre otras, de la Ley de Psicólogo General Sanitario, la relación con sociedades de Especialistas en Psicología Clínica, y la búsqueda de vías y alternativas que permitan incrementar la presencia de profesionales de la Psicología Clínica y de la Salud en el Sistema Nacional Público de Salud, pero adaptando los posibles puestos de trabajo que puedan surgir a las necesidades y formas de trabajo que exige la labor del psicólogo, que es bien diferente a la de otros profesionales sanitarios. Resaltaría la necesidad que se constató, como he comentado, de unir esfuerzos con otras asociaciones y de ser mucho más visibles en los distintos medios de comunicación y redes sociales de lo que actualmente somos como SEPCyS.
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